miércoles, 30 de mayo de 2012

Unos presupuestos antisociales

Seguramente los Presupuestos del 2012 son los más antisociales desde la época de la llamada Transición Democrática. Amparándose en la crisis, que tan buen rédito dio al PP, el Gobierno ha recortado derechos que habiendo sido conquistados con gran esfuerzo por el pueblo español, guiados por Gobiernos progresistas, formaban parte de su propia identidad y de la mejor imagen de España.

Forma parte de nuestro capital social el derecho universal a la salud, de manera que reducirlo es romper el principio básico de solidaridad; el derecho a una educación pública y de calidad, que se destruye al tiempo que los mejores logros por la igualdad conseguidos en los últimos años. Han desaparecido, en gran medida, las ayudas a la dependencia y, con ello, un nuevo pilar del estado de bienestar que es medida de la sensibilidad de un pueblo.

Y estos presupuestos, además, son anti andaluces. Andalucía tiene derecho por Estatuto a recibir el 17,8 por ciento de inversión pública, al ser este el porcentaje de la población andaluza con referencia al total de la población española. Sin embargo, las cuentas del Estado solo transfieren a Andalucía el 14,6 por ciento de la inversión total; es decir 497 millones de euros de diferencia, que son de los andaluces, que necesitamos más que nunca, y que, a pesar que hemos reivindicado con las enmiendas correspondientes, el PP ha rechazado en los debates parlamentarios.

Es muy difícil entender que quien también representa al pueblo andaluz ( Arenas, el PP de Andalucía) y ha tenido tanto interés en gobernarlo, rechace sus derechos estatutarios. De manera que cada vez se extiende con más fuerza la sensación no solo de engaño de quien nos gobierna, sino del intento de construir una nueva ordenación social a través de un cambio profundamente reaccionario, en el que los derechos se convierten en negocios mediante su privatización.