Andalucía ha sufrido una transformación impresionante en los 20 años de Gobierno de Manuel Chaves y la llegada de Griñán garantiza que esos cambios van a seguir produciéndose, siempre en la búsqueda permanente del avance de Andalucía y de los andaluces y andaluzas. No nos conformamos con lo hecho hasta ahora: queremos que Andalucía siga en la senda de la vanguardia y del progreso.
El futuro de nuestra comunidad está garantizado, gracias a ese carácter tranquilo y sereno del que siempre ha hecho gala Pepe Griñán. Ya en su discurso de investidura ha dejado claro cuáles van a ser los ejes de su Gobierno.
El nuevo Presidente de la Junta ha puesto el empleo por encima de cualquier otro objetivo, buscando la transformación de la riqueza en puestos de trabajo. Si este punto es importante, tanto más lo es el acuerdo entre todas las fuerzas políticas y sociales para conseguir superar este difícil momento económico que están atravesando todos los países industrializados. Griñán, que predica, como ha hecho siempre a lo largo de carrera, la política de la mano tendida, ha hecho una llamada a los andaluces y a las andaluzas para que sean protagonistas de la continua construcción de la Andalucía del futuro, de la Andalucía que todas y todos queremos.Pero quizá la mejor inversión en futuro que podemos hacer, como dijo hace unos días Pepe Griñán, es invertir en educación, el auténtico eje vertebrador que nos llevará a modelos económicos que nos permitan afrontar el futuro con más garantías. Todo ello, unido a la apuesta decidida por la descentralización administrativa y al aumento del peso de las provincias con el fortalecimiento de Andalucía como objetivo, debe acercar la gestión a quienes más directamente están influidos por ella: los ciudadanos y ciudadanas andaluzas.
