Mucho ruido está haciendo el PP (mientras algunos de sus dirigentes presentes y pasados están enredados en corruptelas varias) acerca del Proyecto de Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo. Muchas mentiras está vertiendo acerca de una iniciativa que lo único que pretende es evitar la penalización de la libre elección de las mujeres. Porque, al contrario de lo que pregonan allá donde pueden, con esta reforma legal, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (enhorabuena a la ministra Bibiana Aído por su firmeza, por aguantar tantas insidias y tantas mentiras) pone a la mujer como protagonista de una decisión que sólo le pertenece a ella. La derecha olvida que no es ningún dios, ni ninguna institución, ni siquiera ningún familiar, quien tiene que decidir sobre algo tan íntimo como es la maternidad. El PP se está posicionando en contra de la igualdad entre hombres y mujeres y en contra del derecho de las mujeres a contar con asistencia sanitaria pública. Que no nos engañen: con esta nueva ley, ninguna mujer estará obligada a abortar (que haya que aclarar este punto es sintomático de la demagogia empleada por la derecha), pero sí estamos obligados a evitar que una mujer pueda ser encarcelada simplemente por ejercer su derecho a decidir si quiere o no ser madre.
lunes, 19 de octubre de 2009
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